La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco
Los días se convierten en años
Pero lo importante no cambia:
Tu fuerza y convicción no tienen edad..
Así nos hablaba la madre Teresa de Calcuta.. y nosotros nos permitimos agregar, que además de no tener edad, en muchos casos nuestras fuerzas y convicciones siguen vivas aunque nosotros ya no estemos.Viven en cada una de las personas a las que hemos conocido, en los recuerdos de los momentos compartidos, en los lugares comunes y muchas veces en la memoria colectiva de todo un pueblo.
El Padre Enrique no está mas entre nosotros, pero su presencia sigue acompañándonos.
El Padre Jorge Catarineu nos leerá unas palabras, acerca de nuestro querido Padre Enrique, fallecido recientemente:
Sembranza del Padre Enrique
El Padre Enrique era un hombre apasionado en todo lo que emprendía y hacía; tenía pasión por el contacto con la naturaleza, la vida de campo;
Uno de sus pasatiempos preferidos era la pesca y siguiendo el mandato evangélico de Jesús a sus Apóstoles "los haré pescadores de hombres",
Enrique acercó a muchos hombres a la Iglesia, a su manera les transmitió la Fe por las obras, con parte de los compañeros de pesca formó en Sierras Bayas la Comisión parroquial que lo acompañó durante varios años en su paso por este, su querido pueblo donde cosechó tantas familias que le tuvieron tanto afecto;
Para algunos fue como un segundo padre, para otros como un hermano, un consejero que siempre tenía la palabra justa, de aliento, de compasión, de ternura y también cuando era necesario de firmeza, pero para todos fue, seguramente un amigo, era el querido Padre Enrique.
Tenía una predilección especial por los jóvenes, la que sin duda le quedó de su maestro y modelo el Cardenal Pironio,
Trabajó incansablemente por la juventud de todos los lugares donde pasó en la Diócesis de Azul, formó y dirigió grupos juveniles, Grupos Scouts y Comunidades Guías, fue asesor de Jornadas de Vida Cristiana para jóvenes y actualmente era Capellán Diocesano del Movimiento Scout.
El Padre Enrique realizó el valor del amor en las distintas fases de su personalidad:
de temperamento firme, pero afable y de buen humor,
sencillo y de pensamiento profundo,
habilidoso trabajador para si mismo y para los demás, que lo hacía solidario y generoso.
siendo hombre educó en valores,
siendo viajero educó para el amor a la naturaleza,
siendo trabajador educó para la solidaridad,
siendo Scout educó para el servicio,
siendo religioso educó para el amor a Dios y a la vida.
Fue un educador para la vida de todos los que lo conocimos y compartimos con él distintos momentos.
Por eso hoy, en esta noche especial te decimos MUCHAS GRACIAS! querido Padre Enrique.
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