Fiesta en la cantera y en los corazones (de el Popular 8/11/04)
Un homenaje merecido a los pioneros, con el marco perfecto de la piedra y la arcilla, fue el broche de oro que coronó los 125 años de Sierras Bayas.
El artístico cenicero realizado con arcilla del lugar por los alumnos de la Escuela Municipal de Cerámica de Sierras Bayas fue el recuerdo que se llevó cada homenajeado. Pero lo valioso del momento estuvo en los detalles y en la historia que se reflejaba en cada mención, todo enmarcado en los sones de la Banda Mayor Municipal.
El merecido reconocimiento realizado por la Municipalidad a los pioneros es posiblemente la primera vez que se concreta en conjunto, dentro de los 125 años que lleva vividos esta localidad trabajadora. Una comunidad que amanece cada día inmersa en el sonido de barrenos y envuelta en el amarillo de la retama y que supo demostrar que no olvida los comienzos, de sacrificios, de piedra arrancada a pico y marrón y acarreada en carromatos.
Y como mudo testigo del homenaje, al costado del escenario lucía su prestancia uno de esos antiguos carros que precedieron a las vagonetas en el trabajo de las canteras. Y como respondiendo al llamado de la historia, estuvieron todos los convocados, algunos protagonistas directos de la historia y otros descendientes de los precursores. Así se recordó a Ambrosio Colombo, con la presencia de su bisnieto Jorge Fontana; a Mauricio Aust, a Alfonso Aust y a Hermann Aust, recibiendo los hijos de éste último Susana y Ricardo; a David Spinetto y a su hermano cuya tarea fue continuada por Juan Ginocchio y luego por María Litra de Ginocchio, una de las primeras empresarias de la zona, recibiendo Elsa Ginocchio; a Manuel Mouriño con la presencia de Kuky Yáñez de Vercesi; a la familia Veyrand y la sociedad con Lettieri, representados en el acto por el nieto del empresario, Luis Veyrand; a Luis Toffoletti y a sus hijos Julio Luis y Angel Ernesto Toffoletti, recibiendo Norma Toffoletti, hija de Julio; a Camilo Campagnale y sus descendientes Pablo y Luis Campagnale, asumiendo la representación la nieta Gladys Campagnale. Se mencionó también la tarea emprendedora de la entonces Compañía Argentina de Cemento Portland, hoy Loma Negra y luego prosiguieron los homenajes con la presencia en persona de los hermanos Pablo y Guido Mallegni, quienes son canteristas en la zona tras llegar de Italia en 1943, y del ingeniero Héctor Lenzetti, constructor de la Calera Polcecal.
Y siguió la emoción latiendo en el interior de la cantera con la mención de Cruz Antonio Pavone, representado por su hijo Omar, y la reseña de la tarea emprendida por el ingeniero Enzo Azzi en su empresa Canteras Argentinas, recibiendo en representación suya Pablo Cassasa y Celia Giannasi, para proseguir con la proyección de vida ligada a la minería de los hermanos Mario y Adelio Serjen -recibió el primero- y finalizar con el recuerdo de Federico Dieterle y toda una tradición relacionada con los explosivos, aliado obligado de la industria pétrea, recibiendo la distinción un hijo del nombrado Carlos Dieterle junto a su hijo Federico. También hubo entrega de mapas de la Conquista del Desierto por parte de autoridades policiales serranas al Intendente y a la delegada Ana Recofsky.
Después vinieron las coreografías animadas del Ballet Folklórico y del taller de Danzas Italianas. Y fue arte y sincronía de movimientos al son de la Banda, en una forma de distender los espíritus embargados de tanta emoción y recuerdos. Pero en el ámbito de la cantera y en el corazón de los asistentes, seguirán flotando por mucho tiempo los ecos de esta hermosa fiesta. Que fue compartida por vecinos y visitantes que en gran número llegaron al pueblo para acompañar este 125º aniversario realmente inolvidable.
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