Entidades y escuelas brindaron su homenaje
Con
la cálida presencia de la comunidad, sus
entidades, amigos, familiares y representantes de
asociaciones indígenas, fueron depositados
en su morada definitiva los restos de don Pedro
Alejandrino Galván Catriel, el último
representante de la sangre aborigen que vivía
en Sierras Bayas y que falleció a los 86
años.
Don
Pedro fue encontrado muerto el pasado lunes -aunque
el deceso habría ocurrido el día anterior-
y tras un breve velatorio su cuerpo fue depositado
en forma provisoria en un nicho del cementerio de
Sierras Bayas.
Posteriormente
personal de la comuna procedió a cavar una
tumba junto a la de su tía, la recordada
Matilde Catriel, a la que finalmente fue trasladado
anteayer el extinto durante una sencilla ceremonia.
Del acto participaron delegaciones escolares, amigos,
familiares, representantes de instituciones y autoridades.
Se encontraba presente la Delegada Municipal Ana
Adela Recofsky, alumnos y docentes de las escuelas
14, 77, Media Nº 2, IPSB, Escuela Municipal
de Cerámica Sierras Bayas, Rotary Club, jugadores
de inferiores de San Martín con una bandera
aurinegra -Galván fue jugador de la entidad
en sus años mozos- representantes de entidades
indígenas con su titular Víctor Hugo
González Catriel, además de una delegación
proveniente de la ciudad de Azul, scouts de Grupo
Cristo Rey y las autoras Olga Zito y Virginia Coumeig,
nucleadas en "Dos en las letras". Estas
últimas pronunciaron palabras de despedida,
al igual que diversos descendientes de indígenas
-tanto por la asociación olavarriense como
por la gente de Azul- y también lo hizo la
Sra. Inés Maicá.
Finalmente
alumnos de la Escuela Nº 14 (de la que fuera
alumno Don Pedro) esbozaron una semblanza del extinto,
extraída del libro editado años atrás
en el establecimiento bajo el título "Hombres
buenos de mi pueblo", lo que fue rubricado
por un aplauso de todos los asistentes a modo de
despedida para quien supo ganarse la estima de todos
los que lo conocieron y trataron.
Un
personaje emblemático
Don
Pedro nació el 26 de noviembre de 1915 en
este pueblo que siempre lo tuvo como vecino ilustre
y lo homenajeó en diversas oportunidades,
en aniversarios de la localidad o en el Día
del indígena, recibiendo diplomas y presentes,
pero especialmente el cariño de toda la comunidad.
Con
sangre india en sus venas por parte de madre, también
era sobrino de la recordada Matilde Catriel. Fue
alumno de la Escuela 14, jugador de San Martín
en los gloriosos años en que la casaca aurinegra
ganó sus primeros campeonatos, empleado de
la fábrica de explosivos DESA, y posteriormente
de la Compañía Argentina de Cemento
Portland, donde se jubiló.
Además,
siempre recibió en su hogar con especial
amabilidad la visita de delegaciones escolares,
de turistas que se acercaban a conocerlo, participando
en vídeos o reportajes educativos sobre su
raza, preparados por alumnos de la Facultad de Ciencias
Sociales de la UNICEN, e incluso de televisoras
porteñas. También sumó su presencia
a todos los actos públicos a los que era
invitado, incluso en la ciudad y fue uno de los
ilustres integrantes del Parlamento Indígena,
celebrado por primera vez en Olavarría.
De
carácter muy tranquilo y de existencia humilde,
su fotografía y la de sus antepasados ocupan
un lugar destacado en el Museo y Archivo Histórico
local, desde el momento mismo de su inauguración.
Ahora sus restos reposan en el cementerio de Sierras
Bayas y su recuerdo se suma para integrar las páginas
trascendentes de la historia de la localidad.
Carlos
Sottile,
El Popular 14 de Junio de 2002 |