A JUAN ORLANDO… UN GRANDE DEL BANDONEON
Vos te criaste a la par
de éste fuelle rezongón,
que atrapó tu corazón,
con su rezongo tanguero,
donde tembló el milonguero,
he hizo gala el cantor.
Vos le diste la ocasión
al purrete enamorado,
que en un tango acompasado
le declarara su amor.
Alguien te dio la oportunidad
de estar en un escenario,
fue en la orquesta Montecarlo,
que brilló tu bandoneón,
y temblaste de emoción
porque tenías a tu lado
a un hombre ya consagrado
al que hoy el fuelle lo añora…
es el gran Bebe Zaffora,
que fue maestro; y es señor.
De nuevo estas en acción,
porque sos consagrado,
te creías olvidado, y no tenías razón,
ahí fue cuando el bandoneón
chamuyándote al oído,
te hizo olvidar lo sufrido,
que estaba tu corazón.
Hoy lucís como el mejor
porque en tu alma hay un tango;
su compás te va marcando
el destino de tu vida;
mas tus viejos desde arriba,
te han de estar ovacionando.
Para vos el bandoneón
forma parte de tu vida;
cuando tu imagen se inclina,
abrazando al rezongón
le apoyas el corazón
para que escuche sus quejas,
ya que han formado pareja
con un solo corazón.
Carlos Tohane
Sierras Bayas
06/01/1996
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