COMPAÑÍA DE CEMENTO PORTLAND
Vieja fábrica de cemento,
con nombre de San Martín,
nadie soñaba este fin,
de verte paralizada,
fue como una bofetada
que no puedo digerir.
Vos le diste bienestar
a toda la población,
hoy con toda desazón,
veo esta cruel realidad,
se ha paralizado un pueblo,
que llora la realidad.
Fuiste la primera fábrica
de cemento en el país,
dejaste de producir,
porque a los nuevos propietarios
no les importó el daño
que le hacía al porvenir.
Yo te dediqué mi vida,
para verte producir,
y hoy al verte sucumbir,
y después de muchos años,
fue para mí como un engaño,
que lo tuve que sufrir.
Hoy que te vemos inmóvil,
y el silencio coquetea,
se cerraron las tranqueras,
y sin mirar hacia fuera,
¡el pueblo no es más feliz!
porque te mira de afuera.
Carlos Tohane
Sierras Bayas
05/03/2010
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