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No nací en Sierras Bayas... pero allí
viví desde mis cinco años.
Mi padre, el médico de Hinojo, un día
le dijo a mi madre entre mate y mate, entre paciente
y paciente: "Bueno, nos vamos y listo".
Le habían propuesto ser el médico de
la entonces Cía. Argentina de Cemento Portland.
Pasé mi niñez, luego mi temprana juventud,
en el mejor lugar posible para comprender la diversidad
subcultural, y por lo tanto, me crié sin prejuicios.
Recuerdo a Doña
Elena, la entonces matriarca de "la
plaza", de origen escocés al igual
que nuestro Santa Claus de las navidades, su hijo,
Mr. Rough...y daneses, checos, húngaros,
italianos, españoles, vascos.....qué
hermosa heterogeneidad... Graciela
Burke fue mi amiguita de juegos, igual que Elsa
Herrero, la amiga mayor por quién , tras
mi paso por la Escuela N° 14, me convertí
en maestra normal...
Wentzel iba a casa los jueves..quizá
los martes tocar su violín con el acompañamiento
de mi padre al piano.
La familia Aust....justo enfrente y cruzando
las vías...los chicos a quienes yo preparé
apenas recibida... mis primeros pesos... qué
recuerdos!
Pico Hala, Luis Wentzel, Mima...a quien
quise mucho...cómo no recordarlos... Nelly
Ñuñuk, Blanca Pola...
Recuerdo a todos aquellos que de una u otra forma
estuvieron en Sierras Bayas hasta el año
'60, en que quedé atrapada por el extraño
con quien me casé.
Entonces partí... y vivo actualmente en un
pueblo de la Patagonia, llamado Caleta Olivia.
Me queda hoy en el Sierras Bayas una hermana, Rosa,
su familia, y si ella accediera a esta página
por alguna casualidad, aún estando tan lejos,
nunca olvidada.
Pero también el nombre de mi padre en la
calle 10, donde se halla el hospital con
su nombre.
¿Por qué? En medio de su severidad,
siempre ayudó... fue el pionero en la fábrica
de la lucha por la seguridad industrial.
Desde la mirada que hoy echo hacia el pasado- y
me conmueve- , sé que fue un hombre humanitario...
lo supe cuando todo un pueblo le agradeció
haber vivido allí... más la gente
de Hinojo, San Miguel, hasta de Azul, que iban a
consultarlo.
Comprometido políticamente, aprendí
de él que no se puede ser indiferente ante
el daño , el fraude, el engaño...el
mal que otros sufren.
Quizá de allí provenga eso que uno
denomina vocación de servicio a falta de
otra cosa mejor.
Gracias
por los recuerdos.
Afectuosamente, Cecilia
Violeta Smirnoff Baxter
Comentarios
y recuerdos recibidos relacionados:
El
Sr.Rough, ademas de ser el "PAPA NOEL" de las fiestas
de navidad del "CEMENT CLUB", frente a lo que era
su casa, tenia un gallinero, muy bien construida
con una buena cantidad de gallinas: Los limites
del gallinero daban a lo que era el "Caminito" que
cruzaba el campito detrás del Club San Martíny
que llegaba a Villa Arrieta.
José Buono (25/01/2006)
www.sierrasbayas.com.ar
Feb 2002
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